Título: La guerra no tiene rostro de mujer
Autor/a: Svetlana Alexiévich
Editorial: Debate
Género: Política y actualidad
Año de publicación: 2015
Páginas: 368
ISBN: 978-849-992-625-4
Sinopsis
"Casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército
Rojo durante la segunda guerra mundial, pero su historia nunca ha sido contada.
Este libro reúne los recuerdos de cientos de ellas, mujeres que fueron
francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña. Su
historia no es una historia de la guerra, ni de los combates, es la historia de
hombres y mujeres en guerra.
¿Qué les ocurrió? ¿Cómo les transformó? ¿De qué tenían
miedo? ¿Cómo era aprender a matar? Estas mujeres, la mayoría por primera vez en
sus vidas, cuentan la parte no heroica de la guerra, a menudo ausente de los
relatos de los veteranos. Hablan de la suciedad y del frío, del hambre y de la
violencia sexual, de la angustia y de la sombra omnipresente de la muerte. Alexiévich
deja que sus voces resuenen en este libro estremecedor, que pudo reescribir en
2002 para introducir los fragmentos tachados por la censura y material que no
se había atrevido a usar en la primera versión."
Mi opinión
¿Cómo explicar todo lo que este libro logra abarcar, todo lo
que logra expresar? “No escribo la historia de la guerra, sino la historia de
los sentimientos”, dice Svetlana Alexiévich y tal vez es la mejor introducción.
En el momento de pensar en la guerra jamás nos imaginamos
mujeres, la primera imagen que acude a nuestra mente son batallones de hombres,
luchando por su patria, por defender sus ideales. En este libro, dividido en 16
capítulos, Svetlana Alexiévich nos muestra otra perspectiva de la guerra, la de las mujeres
que combatieron en el ejército soviético o como partisanas contra los alemanes entre 1941 y 1945.
Cada uno de los testimonios es como una galería de un museo de la memoria. En
cada una de las entrevistas hay un pedazo de alma de estas jovenes. Es ahí
donde uno se da cuenta que las mujeres recuerdan la guerra de otra manera, con
olores, con sabores, con sentimientos; los recuerdos de los hombres están
llenos de condecoraciones, de cargos, de nombres.
Para uno de chica es realmente admirable e impresionante leer como estas mujeres sentían tanto amor por su patria, a tal punto de abandonar
sus familias y ofrecerse como voluntarias para luchar en el frente. Las más
valientes no aceptaban cargos de enfermeras, de soldado de transmisiones, se
sentían ofendidas porque sentían que no eran tratadas como soldados de verdad,
ellas querían realmente luchar, demostrar lo fuertes que eran.
Pero, ¿cómo puede una mujer lidiar con la guerra y a la vez
con su lado femenino, con sus sentimientos, con su naturaleza de mujer? "Yo
no deje de sonreír durante toda la guerra… Consideraba que debía sonreír todo
lo que podía y más, una mujer tiene que iluminar”, cuenta Nadezhda Vasílievna; “Pues
te voy a decir otra cosa… Para mí, lo más terrible de la guerra era tener que
llevar calzones de hombre. Un auténtico horror.”, cuenta Lola Ajmétova. Estas mujeres lo dieron todo, lucharon por lo que creían correcto, lucharon para sobrevivir, por sus familias, por odio, por amor.
En lo personal consideró que es un libro impactante, cada capítulo te roba una lagrima, cada linea esta llena de sueños, hambre, frió, valentía, fortaleza pero sobre todo sentimientos. La realidad de esa época tan terrible. Realmente es un libro que vale la pena leer y que recomendaría sin dudarlo.
"- Tengo la sensación de haber vivido dos vidas: Una de hombre y otra de mujer..."
-Stanislava Petrovna. Subteniente, comandante de la sección de zapadores
Quiero empezar diciendo que he pecado... ¿Cómo no había visto tu blog antes? Afortunadamente ya estoy hoy leyendo tus pensamientos plasmados en este espacio. Svetlana me ha parecido una mujer de escritura y narración pura. He tenido pensado leer este libro, pues me has convencido de una manera excepcional.
ResponderEliminarTe felicito por la reseña y tienes ahora un fiel lector de tu blog. Si necesitas un apoyo o algo, sólo dime. Ya sabes dónde encontrarme.
Te saluda un Viajerio Literario disfrutando de las Notas de Yen.